Manzanilla solo hay una, y es de Sanlúcar de Barrameda y estas son algunas de las características por las que es clasificada como un producto único en el mundo
- Un vino exclusivo de Sanlúcar de Barrameda
La manzanilla es un vino muy especial y está protegida por la Denominación de Origen (D.O.) Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda. Solo se puede producir legalmente en Sanlúcar de Barrameda, una localidad costera de Cádiz, España. Esto se debe a las condiciones geográficas y climáticas de esta ciudad, que permiten la crianza del vino bajo un velo de flor único, lo que le da su sabor y aroma característico.
- El microclima único de Sanlúcar
El microclima de Sanlúcar de Barrameda, influenciado por su cercanía al océano Atlántico y el río Guadalquivir, es un factor clave en la creación de la manzanilla. La humedad y las temperaturas moderadas fomentan la formación de una capa de levaduras llamada “flor”, que es esencial en el proceso de crianza biológica de la manzanilla. Este fenómeno no ocurre de la misma manera en otras localidades.
- Crianza biológica bajo velo de flor
La crianza biológica bajo un velo de flor es lo que diferencia a la manzanilla de otros vinos. Este proceso ocurre en botas de roble americano llenas solo hasta el 80%, lo que permite que las levaduras formen una capa en la superficie del vino, protegiéndolo de la oxidación. Este tipo de crianza le aporta notas frescas y salinas que son distintivas de la manzanilla.
- Sabor salino, un reflejo del mar
Una de las curiosidades más atractivas de la manzanilla es su ligero sabor salino, una característica que muchos atribuyen a la cercanía del mar. Este toque salino, junto con sus notas florales y de almendra, la hacen un vino único y muy apreciado para acompañar mariscos y pescados.
- La diferencia con el Fino
Aunque la manzanilla y el fino comparten muchos aspectos de su elaboración, su diferencia principal radica en el lugar de crianza. Mientras que el fino se produce en otras zonas de la D.O. Jerez-Xérès-Sherry, la manzanilla solo se cría en Sanlúcar, lo que le aporta una frescura y suavidad especiales.
- Manzanilla pasada: más cuerpo, mismo origen
Aunque la manzanilla se caracteriza por ser ligera y fresca, existe una variante llamada manzanilla pasada. Esta versión tiene una crianza más prolongada bajo la flor, lo que le otorga más cuerpo y complejidad sin perder su esencia salina y elegante.
- Vino con historia
La manzanilla ha sido parte de la historia de Sanlúcar de Barrameda durante siglos. Hay registros de su consumo desde el siglo XVIII, y su nombre aparece mencionado en textos históricos como un vino preciado tanto en la región como en el extranjero. Incluso se dice que Cristóbal Colón y Fernando de Magallanes llevaron este vino en sus expediciones.
- Bebida recomendada por su versatilidad
Aunque en su tierra de origen se sirve tradicionalmente en catavinos o copas pequeñas, la manzanilla es una bebida muy versátil que se adapta tanto a aperitivos ligeros como a comidas más elaboradas. Su equilibrio entre acidez y ligereza la hace perfecta tanto para beber sola como para acompañar diferentes platos.