Disfrute / En el aperitivo

Expresiva, vivaz y versátil, la Manzanilla siempre nos trae sensaciones intensas que se vuelven insuperables en combinación gastronómica.

Un vino que se disfruta en compañía y que es el acompañante perfecto para infinidad de platos.
Te damos las claves de por qué siempre encaja tan bien.

¿Qué sería de la hora del aperitivo sin Manzanilla? El vino de la alegría y de los buenos ratos. Ya sea para celebrar un encuentro o ir abriendo boca, una copa de Manzanilla bien fría es parte inseparable de nuestro momento aperitivo. Y tiene su explicación en su capacidad para despertar nuestros sentidos y excitar nuestras papilas, preparándolas como ningún otro vino para disfrutar de la comida, y de la compañía.

Los grandes momentos siempre comienzan con una Manzanilla

Frutos secos

Notas salinas y almendradas para unas almendras fritas… no se nos ocurre nada más sencillo y rico para comenzar.

Embutidos

El clásico insuperable para todos es un buen jamón ibérico con una copa de Manzanilla y esto se extiende a todo tipo de embutidos. ¿La razón?: La frescura y sequedad de la Manzanilla es el complemento perfecto para la grasa y untuosidad de la chacina.

Salazones

Si no has tomado nunca un trozo de mojama de atún con un chorrito de AOVE y una Manzanilla, te estás perdiendo uno de los grandes tesoros que nos regala el Atlántico gaditano.

Explosión de sabores que abren boca

Encurtidos

Banderillas, aceitunas, pepinillos… Los pequeños placeres de barra serán siempre territorio de la Manzanilla.

Quesos

Con variedades suaves de queso, al igual que con los embutidos, tenemos otro aperitivo perfecto.

Ostras y conchas

Una ostra y una botella de Manzanilla, ¿se puede pedir más? Y así con todo tipo de conchas: almejas a la marinera, berberechos al vapor, vieras… y paramos porque si no de aquí no nos movemos.

Caviar

Y si seguimos de lujuria culinaria, acabemos el momento aperitivo por todo lo alto. No existe sin duda mejor pareja de mesa para el caviar que la Manzanilla. ¿Que no? Pruébalo y nos cuentas.

¿Sabías que?

Lugares Manzanilla

Se dice que el aperitivo nació en el siglo V a.C. de la mano de Hipócrates, quien creó una bebida a base de vino, particularmente amarga, que se utilizaba para “reabrir” el estómago. Varios siglos después, esta provocación al apetito resultó ser la base para la entrada de las comidas festivas.

En España, ya sea entes del almuerzo o de la cena, el aperitivo es toda una institución donde la Manzanilla tradicionalmente ha ocupado un papel protagonista, acompañada de pequeñas degustaciones cuya finalidad es más provocar apetito que saciar.

¿Hemos provocado el tuyo? Si es así, te proponemos una serie de lugares donde disfrutar, desde el aperitivo hasta el postre, de las mejores armonías con Manzanilla de Sanlúcar.

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